En la producción de materiales y drenajes, el acero inoxidable es considerado como la opción preferida debido a sus propiedades ideales para la producción segura de alimentos. Sin embargo, existe cierto debate sobre cuál es el mejor tipo de acero inoxidable. Los grados más comunes son el 304, 316L y 316TI, y la elección dependerá del entorno de producción, el producto en sí y los productos químicos utilizados en la producción y limpieza.

Los procesos de decapado y pasivación son fundamentales para garantizar la seguridad e higiene de las mercancías, ya que estos métodos ayudan a reconstruir y consolidar la capa de óxido conocida como capa pasiva, evitando así la corrosión del acero. La calidad de los materiales utilizados en la industria alimentaria depende de las materias primas, el entorno de procesamiento y la preparación de los productos para el transporte.

La selección del proveedor adecuado de acero inoxidable implica una evaluación exhaustiva de la certificación de la materia prima, la calidad del almacenamiento, la protección adecuada de la superficie y los medios de transporte que deben evitar la contaminación y el daño a las láminas. Estos aspectos deben proteger el acero de la suciedad y evitar reacciones con sustancias indeseables que puedan causar corrosión o afectar la calidad en el proceso.